Cuando los vehículos mineros operan en áreas mineras, a menudo enfrentan desafíos como entornos de trabajo duros, como el polvo y la baja luz, que afectan la seguridad operativa. Además, la capacidad de carga y la estabilidad de los vehículos mineros también son problemas clave. La sobrecarga puede conducir a una rollover u otros accidentes de seguridad. Los pasajes estrechos y el terreno complejo en el área minera también aumentan la dificultad de la operación.